Lee: Salmo 9:7-14; Mateo 10: 26; Proverbios 11:21
ORACION MODELO
Señor y Padre de la Gloria
Gracias Señor Jesús por la promesa de tu Palabra que nos dice que nuestras armas espirituales son poderosas para la destrucción de fortalezas ( 2 Corintios 10:4);
por esto ahora vengo en nombre de mis hijos a suplicarte que los libres de cualquier cosa impía que amenace ser una fortaleza en sus vidas: el temor, los celos, la envidia, el egoísmo, la pereza, la irresponsabilidad, la inseguridad, la baja estima, la mentira, la promiscuidad; la falta de temor a Ti…. lo que sea que amenace con hacerse una fortaleza en la mente de mi/s hijo/s, la derribo ahora en unión con Cristo, ejerciendo toda autoridad espiritual como madre.
Hoy pongo mi oración delante de ti, como una petición anticipada, porque yo no sé con qué están luchando ahora o con que tendrán que luchar más adelante en sus vidas.
Por eso ahora destruyo TODA SEMILLA DE INIQUIDAD, DE FORTALEZAS IMPÍAS, para que nunca prosperen ni se levanten en la mente de mi/s hijo/s.
Dame mucha revelación y descernimiento para que yo aprenda a orar AÚN ANTES de que se haga manifiesto el problema y permíteme conocer, discernir lo que inquieta, perturba, atormenta, o hace sufrir a mi/s hijo/s.
Permite que todo lo oculto salga a la luz, para que haya sanidad y liberación en la vida de mis hijos.
Padre Amado: no permitas que satanás seduzca a mi/s hijo/s.
No permitas auto-engaño, fantasías, que los lleven a ellos o me lleven a mi a subestimar los riesgos en la mente de mi/s hijo/s.
Que ellos tengan una adecuada percepción de la realidad y tomen decisiones maduras y equilibradas.
Como dice el Salmo 19:12 LÍBRAME DE MIS PECADOS OCULTOS.
Que mis hijos siempre tengan la capacidad de auto-examinarse y encontrar sus errores y CLAMAR A TI, para pedir ayuda, dirección y protección.
Que no anden por la vida llenos de problemas sin darse cuenta del porqué de sus circunstancias y sin poder resolverlas.
Bendigo a mi/s hijo/s y declaro en ellos una mente clara, una mente sana y equilibrada. Libres de toda fortaleza impía.
En el poderoso nombre de Jesús.
Medita: Jeremías 33:3; Eclesiastés 12:13-14; Isaías 45:2-4