Entonces les dijo: “Mirad lo que oís. Con la misma medida con que medís, se os medirá; ya vosotros que escucháis, se os dará más. Porque al que tiene, más se le dará; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.” (Marcos 4:24-25)
¿Sabías que puedes medir lo que escuchas?
Determinamos aquello a lo que prestamos atención y aquello que escuchamos. Jesús nos advierte que tengamos cuidado con lo que oímos. En otras palabras, debemos ser cuidadosos, atentos y conscientes de lo que escuchamos.
¿Por qué? Si prestamos atención a la Palabra de Dios y al Espíritu de Dios, se nos dará más revelación.
¡Lo que nos medimos a nosotros mismos en el ámbito de la audición determina cuánto más podemos recibir de Dios, o si perderemos incluso lo que teníamos!
Algunos optan por prestar atención al mundo, las voces del mundo, las filosofías del mundo y las dudas y temores del mundo. Están midiendo la incredulidad para sí mismos.
No están evaluando las voces del mundo por la Palabra, sino que están evaluando la Palabra por las voces del mundo.
He conocido a algunos que una vez fueron fuertes en la fe, llenos de revelación y entusiasmados por trabajar en los campos del mundo. Pero con el paso del tiempo, cambiaron. La energía disminuyó, la claridad doctrinal se perdió y las dudas llenaron sus corazones.
¿Qué sucedió? Habían dejado de 'prestar atención' a lo que estaban escuchando. Ya no escuchaban a Dios. Incluso la revelación que tenían se había ido. Algunos incluso han caído en un grave error.
Porque el corazón de este pueblo se ha entorpecido. Sus oídos son duros para oír, y sus ojos han cerrado, para que no vean con sus ojos y oigan con sus oídos, para que no entiendan con su corazón y se conviertan, para que yo los sane.' (Mt. 13:15)
Sabemos que la fe viene por el oír (Rom. 10:17). Puedes saber lo que estás escuchando y cuánto estás escuchando mirando tu fe. Una fe fuerte es el resultado de escuchar a Dios.
La fe débil, la pasividad y el embotamiento espiritual también son el resultado de escuchar. El mundo tiene muchas voces. Presta atención a lo que escuchas.
Porque al que tiene, se le dará más.
Feliz dia
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