¿Qué consejos le daría a una persona que cometió un enorme error en la vida y no consigue librarse de una conciencia culpable?
La culpa es un sentimiento negativo y devastador que corroe el corazón humano. Si ella no fuera resuelta de alguna forma, podría llevar a la persona hasta el suicidio. Millares de personas conviven con este sentimiento, resultado de algún error que ya cometieron en la vida. La culpa es parte de la realidad del pecado en este mundo. Solo existe culpa porque existe pecado y fracaso humano.
¿Y cuál es la solución para lidiar con este sentimiento?
¿Será apenas olvidar o fingir que nada sucedió?
El salmo 32 ofrece un camino pleno y restaurador para lidiar con la realidad de la culpa. Fue escrito por el salmista David después de haber cometido un grave pecado con Betsabé y retrata la confesión sincera de su pecado.
Salmo 32:1-5
David, en vez de comenzar hablando de sus pecados, inicia su cántico hablando del perdón divino. Dios había perdonado sus pecados y ese era el verdadero motivo de su loor y alegría. En este salmo son usadas tres palabras para “pecado” al inicio del capítulo: iniquidad, pecado y engaño (v. 2). Iniquidad viene del término hebreo peshahque significa “rebelión”, alejamiento de Dios que implica pecado voluntario. Otra palabra es la propia palabra pecado que surge del término hebreo jataahque quiere decir “errar el blanco” o “fallar en el cumplimiento del deber”. Y por último la palabra engaño del término hebreo remiahque significa “engaño”, “falsedad”. El espíritu donde no hay engaño al final del versículo 2 representa una confesión sincera.
El apóstol Pablo usó este salmo para hablar de la justificación por la fe. Él muestra que solamente a través de la fe en el sacrificio expiatorio de Jesús es que podemos tener una conciencia limpia y encontrar paz para el corazón.
Para meditar
1.¿Cuál es el significado de la frase del salmista: “Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado”?
La confesión sincera es buena para el alma, y por lo que parece también para el cuerpo. El lenguaje de David sugiere claramente que su estado mental de culpa estaba causando dolor físico (v. 3) y había disminuido sus fuerzas (v. 4). Los profesionales de la salud están “consciente de la estrecha relación entre el estrés sicológico y las dolencias físicas. El término “enfermedad sicosomática” también ha sido parte del lenguaje de los profesionales de la salud durante décadas, y se refiere a síntomas físicos causados en gran parte por procesos psicológicos.
La culpa como cualquier otra emoción negativa, causa deterioro inmediato en el comportamiento y puede, a largo plazo, destruir la salud física. Pero aquellos que conocen al Señor no necesitan desesperarse. La declaración de David revela el antídoto para la culpa:
“Te confesé mi pecado y no oculté mi iniquidad” (v.5,).
Por eso la vergüenza, el remordimiento, la tristeza y la desesperación causada por la culpa pueden desaparecer a través del maravilloso perdón del Señor.
Para pensar
Lea el salmo 32. ¿Qué nos enseña este salmo sobre la culpa y la confesión? ¿Qué quería decir David al mencionar: “mientras callé, se envejecieron mis huesos”? ¿Qué sucede cuando una persona guarda o esconde sus pecados?
La confesión sólo tiene valor cuando está acompañada de arrepentimiento (1 Juan 1:9). Así como David confesó su pecado y repugnó su pecado a través de un arrepentimiento sincero
alcanzando el perdón divino. Así también puede suceder con cada uno de nosotros. Podemos confesar nuestros pecados con sinceridad, abandonar el acto pecaminoso y alcanzar el perdón
divino y la paz que tanto necesitamos. La confesión es una decisión humana, pero el perdón es un don de Dios.
Alguien dijo que la culpa es para la consciencia lo que el dolor es para el cuerpo: nos dice que algo está mal y debe ser tratado, de lo contrario, las cosas pueden empeorar. La verdad es que debemos confesar nuestros pecados inmediatamente, en el momento que los descubrimos y mientras Dios pueda ser encontrado (Isa. 55:9, Prov. 1:24-33).
Para pensar
¿Cuál es el consejo del Salmo 32 para lidiar con el sentimiento de culpa como fruto de alguna
decisión errada? ¿Cómo ayudar a las personas que están sufriendo con este tipo de sentimiento?
CONCLUSIÓN
Ilustración: Cierto día, un sacerdote cristiano visitó un hospital psiquiátrico en Inglaterra. Mientras andaba por los corredores y aposentos, observando los pacientes con desequilibrio mental, oyó al director de la institución decir: “Si la mitad de estas personas pudiese creer en el perdón, podrían ser mandadas de vuelta a casa”. La única manera de encontrar el verdadero alivio para la culpa es reconociendo nuestros errores, confesando nuestros pecado y creyendo en la dádiva del perdón divino.
Feliz Lunes,
Maleydi Gaitán
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