¿Todo sucede por alguna razón?
Una respuesta típica a las cosas malas que suceden es que "suceden por alguna razón". Una vez más, el creyente que dice tales cosas está revelando una flagrante falta de comprensión sobre cómo funciona el Reino y cómo funciona el mundo. Existe un sistema de creencias predeterminado en muchos, que se apoya en la idea de que una influencia cósmica divina causa las catástrofes que ocurren en el mundo por la voluntad misteriosa de Dios.
La Biblia declara que las cosas suceden de acuerdo con la ley espiritual de la siembra y la cosecha.
Si sembramos para la carne, cosecharemos corrupción. Si sembramos para el Espíritu, cosecharemos vida (Gálatas 6:8).
Junto con el entendimiento de que el mundo entero yace en la maldad y que la tierra se tambalea por la corrupción del pecado (1Juan 5:19, Romanos 8: 21-22),
debemos agregar la dinámica de los hombres separados de Dios, persiguiendo los deseos de su propia carne.
Las obras de la carne descriptas en Gálatas 5:19-21, son las razones por las que suceden muchas cosas. El adulterio, los asesinatos, la fornicación, la embriaguez, el odio, etc., son inherentemente malvados y casi siempre son la raíz de más cosas malas. Una razón por la que suceden tantas cosas malas es la lujuria de la carne. Dios no está involucrado en nada de esto.
Otra razón, es que Su pueblo es destruido por falta de conocimiento (Oseas 4:6).
La ignorancia de los caminos de Dios es una razón importante de por qué suceden cosas malas.
Simplemente creer que hay un propósito divino en todo lo que sucede en la tierra, es el fatalismo básico y permite a los que creen de esa manera, colocar toda la responsabilidad y la culpa sobre Dios mientras ignoran su propio papel en la cadena de eventos que provocó el desastre.