¿Quién quiere más?
Todos queremos cosas. Muchas cosas, en todas las areas, no importa en el nivel que te encuentres siempre queremos más.
Queremos mejorar el matrimonio, más recursos para hacer más por nuestros hijos, mejores trabajos, una mejor salud, más paz y gozo, y la lista podría seguir y seguir.
El deseo de tener más no está mal. Dios puso Su naturaleza en nosotros y Su naturaleza produce aumento.
El deseo de tener más separados de Dios es destructivo, pero la comprensión de cómo Dios libera el aumento en nuestras vidas es una "llave del Reino".
Cuando comprendemos cómo llega el aumento, no hay nada que pueda impedir que experimentemos crecimiento.
El aumento comienza con una visión. Cuanta más visión tengas, más posibilidades de crecimiento. Tú puedes tener una visión para un mejor matrimonio, o mejor salud, o relaciones más fuertes con tus hijos, o una mejor situación financiera para tu familia. Una vez que la visión nace dentro, es hora de hacer un inventario de los recursos que están disponibles.
Es aquí donde muchos se desaniman y caen. Tienden a mirar lo que no tienen y no reconocen las posibilidades infinitas de lo que sí tienen. Si eres un nacido de nuevo, nueva criatura, un creyente lleno de espíritu ¡estás equipado para el aumento! Tus cosechas futuras están encerradas en las semillas dentro de ti en este momento.
¿Qué semillas? Amor, alegría, paz, visión, inspiración, diligencia, integridad, paciencia y fe están todos dentro. La visión correcta reconocerá estos recursos y comenzará a ponerlos a trabajar.
Todo el mundo tiene el poder de las palabras. Si no tuvieras nada en absoluto, podrías ‘hablar’ tu camino con bendiciones y aumentar.
“Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; se saciará del producto de sus labios. La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos.” (Proverbios 18: 20-21)
Comienza a dar gracias por lo que tienes y empieza a hablar palabras de vida y bendición para otros. Habla palabras de sanidad, gozo, paz y fe. Resiste la tentación de criticar, quejarte y preocuparte.
Esto se trata de los negocios de Dios, así que mantén tu mente fija en el que quiere verte prosperar.
Da de lo que tienes. Tú estás lleno de Su amor, así que da. Tienes la capacidad de bendecir a otros, así que hazlo. Sé un empleado diligente y alegre. Ten paciencia con los que te rodean.
Ya sea que lo sepas o no, tú estás sembrando las semillas de tu futuro. Siembra lo que tienes y las cosechas comenzarán a venir.