Te has puesto a pensar, si la palabra de Dios si te hace prosperar, o solo son palabras. Es evidente , que en ocasiones no le préstamos que la palabra se haga viva en nuestro corazón y vida, pero al final de cuentas cumplirá el propósito para lo cual fue enviada. Cuando entendemos que todo lo visible y todo lo invisible fue creado por la Palabra de Dios, y todas las cosas son sostenidas por la Palabra de Dios, podemos comenzar a entender el poder infinito de Su Palabra. Jesús ES el Verbo hecho carne (ver Juan 1:1-3 y 1:14, Heb. 1:1-3). ¡Sus palabras son espíritu y vida! (Juan 6:63) La abundancia de la tierra y el aumento programado en todos los seres vivos no fue creado para el pecador. La maldición del pecado en la tierra no era el propósito de Dios, sino más bien la consecuencia de la elección de Adán y Eva. Pero a pesar de la oscuridad y el mal que cubren la tierra, la Palabra de Dios no ha perdido su poder ni se ha diluido en su naturaleza. Es la misma Palabra creativa y da vida y crecimiento. "Porque como cae la lluvia, y la nieve del cielo, y no vuelves allí, sino riega la tierra, y haz que brote y brote, para que dé semilla al sembrador y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; No volverá a Mí vacío, sino que cumplirá lo que me plazca, y PROSPERARÁ en la cosa para la cual lo envié. (Isaías 55:10-11) El poder vivificante y la prosperidad de Dios están vivos en Su Palabra. A menudo nos acercamos a las palabras de Dios intelectual y teológicamente, y perdemos el Espíritu y la vida que están presentes (Juan 6:63). La cultura de la religión ha dejado a los creyentes sintiéndose debilitados, agotados e indignos de las bendiciones de Dios. Algunos incluso se ofenden por el tema del aumento y la bendición. Se aferran a la indignidad y ven las bendiciones como una tentación que deben evitar. Muchos aún no han entendido la bendición completa del don de la justicia. Una vez que elegimos recibir el "don de justicia" (Romanos 5:17), y permitir que la Palabra obre en nuestras vidas, podemos dejar atrás la pobreza de la religión y comenzar a entrar en el aumento que siempre ha sido para los hijos de Dios. "Que griten de gozo y se alegren, los que favorecen mi justa causa; y que digan continuamente: "Sea magnificado el Señor, que se complace en la prosperidad de su siervo". (Sal. 35:27) Lo interesante de todo es que la palabra por si sola tiene poder y en nuestra vida nos hace prosperar. Feliz Día 🥰
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