Tal vez pienses, puede ser esto real, como saberlo , sino lo puedo experimentar?
Ese es el dilema, es que tienes que saber que no se trata de una experiencia, se trata de que CREAS, que El ya lo hizo por ti, si tan solo lo crees tú vida será transformada.
La palabra dice:
“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.” (Isaías 53: 4-6)
Ciertamente estas son algunas de las palabras más hermosas que se han escrito. El Espíritu de Dios inspiró a Isaías y reveló la profundidad del amor de Dios por el hombre, un amor tan profundo que estaba dispuesto a dar a su Hijo (y el Hijo estaba dispuesto a darse a sí mismo) para restaurarnos a nuestro lugar original en Él.
Jesús entendió nuestra pena, enfermedad, dolor y trauma. Él entendió el poder devastador del pecado que ha creado oscuridad y sufrimiento en la humanidad. No solo comprendió, sino que vino a caminar entre nosotros y demostró Su amor y compasión por el dolor. Pero no vino sólo para ver y tocar la necesidad del hombre, sino para tomar sobre sí mismo la maldición de nuestra separación de Dios y todas sus manifestaciones. Él tomó la iniquidad de cada persona en la tierra, cada persona que alguna vez sería concebida. Él tomó nuestros dolores físicos y enfermedades. Él tomó nuestra depresión, tristeza y miedos. Él tomó todo el peso de cada maldición del pecado. De hecho, se convirtió en una maldición y se convirtió en pecado al ser colgado en la cruz.
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”. (Mateo 11:28)
La invitación es para todos. El descanso y la paz son para todos. La sanidad es para todos. La liberación de todo trauma y dolor es para todos. Jesús hizo esto por ti.
El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor. (Lucas 4:18-19)
Tómese el tiempo para dejar que su espíritu se alimente de estos versículos. Escúchalo hablar. Míralo sanándote. Deja que Él te restaure y te dé vida, paz y alegría. Ese es el Evangelio.
Tienes derecho a vivir con todos estos beneficios o tal vez privilegios, porque son tuyos y te pertenecen. Esta disponible para ti .
Feliz día🥰
