Todos estamos esperando una cosecha en cada área de nuestra vida, las cosechas son el momento donde el fruto ya esta maduro, ya esta listo para tomarlo.
La palabra dice:
“y cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado.” (Marcos 4:29)
Entonces vale la pena preguntarnos, ya estas preparado para tu cosecha?
Nos preparamos para la cosecha en el tiempo oportuno y con los implementos necesarios, estamos ansiosos por que llegue el momento, pero he notado que muchas personas dejan perder su cosecha, no hay quien las recoge, otros la recogen de la manera incorrecta y el fruto se daña pronto.
¿Podría ser que muchos de nosotros no estemos disfrutando de las cosechas de nuestro dar y servir porque no sabemos lo que significa "poner en la hoz?" Según he observado, las cosechas no surgen espontáneamente en el camión o en el granero. Hay trabajo involucrado en la cosecha y cuanto mayor es la cosecha, mayor es el trabajo.
Las bendiciones de Dios son como las cosechas toman muchas formas. Las recibimos de acuerdo a lo que sembramos algunas son visibles y otras invisibles. Muchas de sus bendiciones son oportunidades que deben ser aprovechadas. Es posible que ni siquiera seas consciente de todas las cosechas de oportunidades que se han presentado en tu camino a debido a tu generosidad y servicio, que recibes buen trato , honra, amor, respeto por la forma en que has tratado a otras personas como a tus padres, profesores, pastores, tal vez recibes atenciones debido a toda tu colaboración con otros ¡porque cualquier tipo de esfuerzo, suena a obras! y asi es esto de alguna manera da fruto.
Otras cosechas podrían perderse debido a nuestra lengua indisciplinada. nuestra indiferencia, negligencia o desinterés por algo,
"Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; se saciará del producto de sus labios." (Proverbios 18:20)
¿Sabía usted que su lengua no es sólo una fuente de siembra, sino también de cosecha?
Recientemente oraba y le preguntaba al Señor acerca de una percepción de falta de cosechas en mi vida en algunas áreas. supongo que el Señor lo vio como que le estaba pidiendo, reclamando mi cosecha pero me dijo: "ese no es mi trabajo." La cosecha es tu trabajo." esto me sorprendió. ¡De repente la luz se encendió en mi espíritu! y pude entender
Las cosechas están alrededor de nosotros, son constantes de acuerdo a nuestras siembra, lo interesante no es solo preocuparnos por la semilla, Pues ya sabes que recogerás de acuerdo a lo que hayas sembrado, pero lo realmente importante es recoger el fruto, no dejarlo perder, levantar nuestros ojos, abrir nuestros oídos, bendecir la semilla que hemos sembrado y entonces recoger la cosechas.
Esas cosechas pueden tomar varias formas, pero sólo si estamos dispuestos a poner la hoz de nuestras palabras, la hoz de nuestro tiempo y paciencia, la abundancia nos encontrará.
“Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros” (Efesios 3:20)
Tu eres el responsable de la siembra,, pero del mismo modo prepara la hoz porque eres el responsable de recoger la cosecha no la dejes perder.
Somos Bendecidos.